10 Razones para No Comprar Anteojos en la Calle


1. Las diferencias de corrección de las personas hacen que dos ojos nunca sean iguales, que el centro óptico no coincida y que puedan aparecer aberraciones prismáticas, cromáticas y de todo tipo. Los anteojos pregraduados tienen la misma graduación en ambas lentes. Incluso en algunos casos no coincide la graduación de las lentes con las especificaciones brindadas. Además, para una correcta visión, la distancia interpupilar del usuario debe coincidir con la distancia entre los centros ópticos de las lentes del anteojo y, para ello, es preciso realizar mediciones profesionales.

2. No existe la posibilidad de corrección de ningún tipo de astigmatismo -afección que padecen el 70% de las personas que usa lentes-, ya que los mismos anteojos pregraduados son fabricados únicamente con corrección esférica. Tampoco la posibilidad de compensación de estrabismo, ya que estos anteojos no son realizados con el valor prismático y la posición de la línea base ápex requeridas para este tipo de compensaciones.

3. No se debe creer que los lentes pregraduados no tienen fines terapéuticos. Aun si la persona fuera perfectamente simétrica y comprara un pregraduado de igual graduación en cada lente, existe el problema de que estos anteojos tienen una calidad que se cuestiona seriamente. Un óptico, en cambio, se ve obligado por conocimiento y responsabilidad profesional a vender la mejor calidad (más allá de las marcas).

4. No existe la educación en la población que sea capaz de discernir cuál es el anteojo que corresponde. Las lentes de presbicia son todas esféricas positivas, magnifican. Quien compra uno de estos anteojos en una estación de servicio a menudo confunde ver mejor o más nítido con ver más grande, y así se híper corrige. Esto significa deteriorar la salud visual de la población, permitiendo que toda una estructura legal de soporte sea vapuleada por intereses puramente comerciales.

5. En un estudio publicado por el INTI, realizado sobre un muestreo de anteojos pregraduados comprados en la calle, se determinó que en un alto porcentaje no cumplen con la calidad ni con los centros ópticos necesarios (informe publicado en el diario oficial del organismo, SABER CÓMO).

6. Los anteojos deben ser recetados por un profesional de la visión y comprados en las ópticas habilitadas a tal efecto por salud pública, así como todas las prácticas médicas y la venta de medicamentos deben ser realizadas por profesionales de la salud, adquiridos con receta y en lugares habilitados. No tener en cuenta estas consideraciones comprometería la salud visual de todos los argentinos.

7. De acuerdo al Art. 68 de la Ley Nacional 17.132, el despacho al público de anteojos de todo tipo (corrector, protector y filtrante) y todo elemento que tenga por fin interponerse en el campo visual para corregir sus vicios sólo podrá tener lugar en las casas de ópticas previamente habilitadas.

8. Los aspectos técnicos, como el centrado, posición del punto de mira, tipo de material, adaptación de la montura, ángulo pantoscópico o propiedades filtrantes de los denominados “pregraduados” no pueden satisfacer los requerimientos de corrección de cada persona ya que cada individuo requiere parámetros de adaptación del anteojo que les son propios.
9. Las lentes que no son recetadas ni confeccionadas de acuerdo a la receta oftalmológica, ni controladas adecuadamente por el profesional habilitado, provocarán en el usuario un deterioro progresivo en la acomodación y en los mecanismos de la visión binocular. La prescripción por parte de profesional es fundamental. Como también es fundamental la fabricación y la entrega de anteojos por parte del óptico. El respeto de esto aseguraría una mejor calidad de vida.

10. Con frecuencia se elude la visita al profesional de la visión que es la persona indicada para detectar anticipadamente cualquier afección, como pueden ser el glaucoma (aumento de la presión del líquido del interior del ojo con lesión progresiva del nervio óptico), maculopatías (lesiones de forma circular en la retina con pérdida de visión) y desprendimiento de retina. La consulta a un profesional impide el avance de las patologías mencionadas con el tratamiento adecuado y realizado a tiempo.

El pregraduado perjudica la salud visual. La tuya!

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